energeia

Category: Heidegger - Termos originais
Submitter: Murilo Cardoso de Castro

energeia

ἐνέργεια: «actividad», Wirklichkeit. [GA17, p. 26; GA22, pp. 168-169, 170-181 (δύναμις [dynamis], ἐνέργεια), 180 (ἐνέργεια como la forma más elevada del estar-ahí-delante).] [LHDF]



La connaissance est une πρᾶξις [Voir Aristote, Éthique à Nicomaque, X, 7 (1177 a 19-b; trad. Tricot): « Cette activité (ἐνέργεια) est la plus haute [...]. Et elle paraîtra la seule à être aimée pour elle-même : elle ne produit, en effet, rien en dehors de l’acte même de contempler (οὐδεν γὰρ γίνεται ἀπ’αὐτῆς παρὰ το θεωρῆσαι).» Sur la différence entre θεωρία et contemplatio, voir Heidegger, Essais et conférences, Paris, Gallimard, coll. «Tel», p. 57]. [FHQ:44]


Il est très probable que cette différence entre l’être-chose utile [Zuhandenheit] et l’être-œuvre a quelque incidence sur la ποίησις [poiesis] elle-même. A ce propos, précisons ce que veut dire «œuvre» [Werk]. On peut le comprendre à partir d’Aristote ; dans ce cas, est œuvre ce qui est en œuvre, c’est-à-dire tout ce qui est sur le mode de l’ἐνέργεια. La table ἐνεργεῖ quand elle est en usage, et la sculpture ἐνεργεῖ quand elle est dans le temple, quand on la regarde comme il faut regarder cette statue qui est la présence du Dieu absent à travers sa statue.

Mais on peut aussi comprendre avec Heidegger la différence entre l’être-en-usage de la chose utile et l’être-œuvre (absolument singulier) de l’œuvre d’art. Comment l’être-œuvre d’art a-t-il une incidence sur la ποίησις ? En ceci que l’artiste ne peut pas viser ce qu’il fait simplement comme il vise quand ce qu’il fait est un pur et simple ποίημα [poiema]. [FHQ:56-57]


El “sonido articulado” es. según Wilhelm von Humboldt. “el fundamento y la esencia de todo hablar… (Sobre la diversidad, párr. 10. p. 65). En el párr. 8. p. 41, Humboldt acuña aquellas frases que. por cierto, se citan con frecuencia pero que pocas veces son pensadas. o sea, pensadas desde la perspectiva única de cómo determinan el camino al habla de Humboldt. Las frases rezan: “El habla, entendida en su verdadera esencia, es algo continuamente y en cada instante transitorio. Incluso su conservación por la escritura es siempre una preservación incompleta, momificada pero necesaria y que pide, pues, siempre de nuevo que se intente hacer perceptible el discurso vivo. El habla misma no es una obra (Ergon), sino una actividad (ENERGEIA). Su verdadera definición puede, por tanto, sólo ser genética. Es, en efecto, la labor del espíritu en su eterna repetición en vista de capacitar el sonido articulado para la expresión del pensamiento. En un sentido inmediato y riguroso; ésta es la definición del hecho, de hablar, cada vez, pero, en el sentido verdadero y esencial; sólo puede considerarse, en cierto modo, la totalidad y de este hablar como el habla.” Heideggeriana: CaminhoLinguagem

¿A qué habla? A un conjunto de proposiciones que hablan el lenguaje de la metafísica de su época, un lenguaje en el cual la filosofía de Leibniz pronuncia palabras decisivas. Se manifiesta de modo más claro por el hecho de que Humboldt determina la esencia del habla como ENERGEIA, entendiéndola de un modo enteramente extraño al griego. en el sentido de la Monadología de Leibniz, es decir, como actividad del sujeto. El camino al habla de Humboldt se orienta hacia el hombre, lleva a través del habla hacia otra cosa: dar la fundamentación y representación del desarrollo espiritual de la especie humana. Heideggeriana: CaminhoLinguagem

¿Pero la re-presentatividad no es lo que es en el representar y por medio de él? ¿No se ha vuelto visible el re-presentar como la esencia fundamental de la subjetividad del subiectum? Ciertamente; pero con plenitud esencial sólo cuando reconocimos en qué medida la subjetividad no sólo se convirtió en fundamento determinante del ente como objetividad sino, al mismo tiempo, también en fundamento esencial del ente en su realidad efectiva [Wirklichkeit]. Sólo si pensamos la entidad como realidad efectiva se abre una conexión con el efectuar [Wirken] y el llevar a efecto [Erwirken], es decir con el dar poder al poder [Ermächtigen] como esencia de la voluntad de poder. Así existe, en virtud de ello, una relación interna entre la entidad como subjetividad y la entidad como voluntad de poder. Pero tenemos que pensar que sólo en la metafísica de Leibniz la metafísica de la subjetividad lleva a cabo su comienzo decisivo. Todo ente es subiectum, mónada. Pero todo ente es también un obiectum determinado por el subiectum, es objeto. Mediante la subjetividad, la entidad del ente se vuelve ambigua. Ser quiere decir objetividad y al mismo tiempo, realidad efectiva; cada una ocupa el lugar de la otra, ambas se copertenecen. La esencia de la realidad efectiva es la eficacia [Wirksamkeit] (vis); la esencia de la objetividad en cuanto representatividad es la visualidad (idea). La interpretación del subiectum (de la substantia en cuanto monas) en el sentido de vis primitiva activa (eficacia) es puesta por Leibniz en referencia y en contraste con la distinción medieval de potentia y actus, de manera tal que la vis no es ni potentia ni actus sino ambas a la vez de modo más originario, como unidad de perceptio y appetitus. La distinción de potentia y actus remite a la de Aristóteles entre dynamis y ENERGEIA. Además, el propio Leibniz señala explícitamente en varias ocasiones la conexión entre la vis primitiva activa y la “entelequia” de Aristóteles. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Así parece haberse encontrado el hilo histórico (¿o sólo historiográfico?) a lo largo del cual puede comprobarse la proveniencia histórica del proyecto del ente como voluntad de poder. Hasta ahora hemos comprendido a la metafísica demasiado exclusivamente como platonismo y con ello hemos menospreciado la repercusión histórica no menos esencial de la metafísica de Aristóteles. Su concepto metafísico fundamental, la ENERGEIA, señala sin embargo de modo suficientemente “enérgico” en dirección de la voluntad de poder. Al poder le pertenece “energía”. Pero queda abierta la pregunta, sin embargo, de si la “energía” así entendida acierta siquiera en lo más mínimo con la esencia de la ENERGEIA de Aristóteles. Queda abierta la pregunta de si precisamente la referencia del propio Leibniz a la conexión entre vis y ENERGEIA no reinterpreta la esencia griega de la ENERGEIA en el sentido de la subjetividad moderna, después de que la ENERGEIA aristotélica ya experimentara su primera reinterpretación con la interpretación medieval como actus. Pero más esencial que la comprensión de estas reinterpretaciones y del “efecto” ejercido por el pensamiento aristotélico en la metafísica occidental, es lo siguiente: en la esencia de la ENERGEIA se mantiene aún originariamente unido lo que posteriormente se separó y entró en alternancia como objetividad y realidad efectiva, y se consolidó entre las determinaciones esenciales de la entidad en la metafísica moderna. La conexión histórico-esencial entre la ENERGEIA y la voluntad de poder es más oculta y más rica de lo que podría parecer por la correspondencia extrínseca entre “energía” (fuerza) y “poder”. Esto sólo puede señalarse aquí a grandes rasgos. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

La verdad es el desocultamiento de lo ente en cuanto ente. La verdad es la verdad del ser. La belleza no aparece al lado de esta verdad. Se manifiesta cuando la verdad se pone en la obra. Esta manifestación — en tanto que ser de la verdad dentro de la obra y en tanto que obra —, es la belleza. Así, lo bello tiene su lugar en el acontecer de la verdad. No es algo relativo al gusto, en definitiva, un mero objeto del gusto. Por el contrario, lo bello reside en la forma, pero únicamente porque antaño la forma halló su claro a partir del ser como entidad de lo ente. En aquel entonces el ser aconteció como eidos. La idea se ordena en la morphe. El sunolon, la totalidad unida de la morphe y la hyle, esto es, el ergon, es al modo de la ENERGEIA. Este modo de presencia se convierte en actualitas del ens actu. La actualitas llega a ser a su vez realidad efectiva. La realidad efectiva se torna objetividad. La objetividad pasa a ser vivencia. En ese modo en que lo ente es como efectivamente real para el mundo determinado por Occidente, se esconde una peculiar manera de ir siempre juntas la belleza y la verdad. A la transformación de la esencia de la verdad corresponde la historia de la esencia del arte occidental. Ésta se comprende tan poco a partir de la belleza tomada en sí misma como a partir de la vivencia, suponiendo que el concepto metafísico del arte pueda llegar hasta su esencia. Heideggeriana: ObraArte

“Fijo” significa rodeado de un contorno, dentro de unos límites (peras), introducido en el contorno (p. 54). Tal como se entiende en griego, los límites no cierran todas las puertas, sino que son los que hacen que resplandezca lo presente mismo en tanto que traído delante él mismo. El límite pone en libertad en lo no oculto; gracias a su contorno bajo la luz griega, la montaña se alza hacia lo alto y reposa. El límite que fija es aquello que reposa — concretamente en la plenitud de la movilidad — y todo esto es válido para la obra en el sentido griego del ergon, cuyo “ser” es la ENERGEIA, que agrupa dentro de sí infinitamente más movimiento que las “energías” modernas. Heideggeriana: ObraArte

Aristóteles pensaba ciertamente de modo griego: el ser era inmediatamente avistado en su esencia como presencia. Con sólo echar de ver el ser del ente en esta esencia suya como ousia, ENERGEIA y entelechia con decir lo así avistado y diciéndolo ponerlo allí, con ello le era suficiente. Esto era tanto más suficiente cuanto que los pensadores griegos sabían que el ser, la esencia del ente, no se deja nunca contabilizar y deducir del ente que está allí delante, sino que, por el contrario, tiene que mostrarse él mismo desde sí como idea, e incluso así sólo resulta accesible para un mirar que le corresponda. Heideggeriana: VontadePoder

Ese mismo que está dicho en la unidad esencial de la voluntad de poder y del eterno retorno de lo mismo es la última palabra de la metafísica. Lo “último”, en el sentido de acabamiento exhaustivo, tiene que ser, en cierto sentido, lo primero. Esto, la physis, comienza seccionándose en seguida en la aparente contraposición de devenir y ser. El presenciar que surge, ni interrogado ni proyectado sobre el carácter “temporal”, es percibido en cada caso sólo según un respecto: como generación y corrupción, como alteración y devenir, como permanencia y duración. En el respecto mencionado en último lugar veían los griegos el ser en sentido propio, de manera que toda alteración era considerada en un principio como ouk on, posteriormente como me on, o sea, siempre como on. Ser y devenir se reparten en dos reinos, entre los cuales existe un chrismos, es decir, pertenecen cada uno al lugar determinado por el reino correspondiente, tienen allí su residencia. ¿En qué medida ha superado Aristóteles el chrismos en la ousia del tode ti (ekaton)? En la medida en que sólo en cuanto entelechia y ENERGEIA el ser se convierte en ousia. Heideggeriana: EternoRetorno

ENERGEIA obridad [Werkheit] aportatividad [Beistellendheit] en echeia to telos Heideggeriana: HistoriaSer

En la esencia de voluntad de la entidad como realidad efectiva se oculta, por esencia nunca accesible a la metafisica, la maquinación (poiesis) en la que aún resuena, desde los iniciales rasgos esenciales, la ENERGEIA, de donde el progreso desde el primer inicio (desde la aletheia) toma su decidido comienzo, que todo lo predetermina. Pero la ENERGEIA es, al mismo tiempo, la última salvaguarda de la esencia de la physis, de ese modo, un pertenecer al inicio. Heideggeriana: HistoriaSer

Existencia. Lo que en general en la metafísica se llama existentia, existencia [Existenz, Dasein], realidad efectiva, es: 1. ousia del hypokeimenon kathauto, es decir, del ekaston; la prote ousia; el presenciar como morada de lo que mora en cada caso [als Weile des Jeweiligen] (Aristóteles). 2. Esta prote ousia se concibe como ENERGEIA del on, como tode ti on, el presenciar de lo producido e instalado, la obridad. El nombre más lato para einai como presenciar, que al mismo tiempo elucida su interpretación griega, es: hyparkein. En él se piensa el hypo-keisthai, el ya-yacer-delante, a una con arche, el inicio dominante; hyparkein quiere decir: dominar yaciendo ya delante, el “predominar” pensado de modo griego como: presenciar desde sí. Heideggeriana: HistoriaSer

3. La ENERGEIA se reinterpreta como actualitas del actu. El agere como facere, creare. La pura esencia de la actualitas es el actus purus como la existentia del ens a cuya essentia le corresponde la existentia: (Teología medieval.) Al actus lo caracteriza el obrar en cuanto llevar a efecto lo efectuado, no el dejar presenciar en el desocultamiento. 4. De acuerdo con la transformación de la veritas en certitudo, la actualitas se concibe como actus del ego cogito, como percipere, raepresentare. Heideggeriana: HistoriaSer

La distinción escolástica de potentia y actus, que es a su vez una reinterpretación de la distinción aristotélica entre dynamis y ENERGEIA, queda superada (Leibniz). Heideggeriana: HistoriaSer

Pero entonces ¿por qué Hegel ha hecho desaparecer el título “Ciencia de la experiencia de la conciencia”? ¿Le estaba la palabra “experiencia” demasiado fuertemente gravada en dirección del empleo no especulativo, es decir, “empírico”? Sólo que la palabra “experiencia” y “experimentar” vuelve continuamente a la obra — y a saber en el sentido de la “Introducción” — en el curso de la “Fenomenología del espíritu”, asimismo impreso en cursiva en el Prefacio, escrito después de la Introducción (Hoffmeister p.32) (lo inmediato como lo inexperimentado). Entonces esta palabra y lo que ella significa no puede oponerse al mismo espíritu y su “fenomenología”. Y tampoco le es opuesto. Pues, ¿qué es el “espíritu”? Hegel concluye su segundo y definitivo sistema, el “sistema-Enciclopedia”, no con una palabra propia, sino con un texto griego, cuyas proposiciones están tomadas del libro A de la “Metafísica” de Aristóteles (cap.7). En las proposiciones habla el inicio de la metafísica occidental, como cuyo acabamiento Hegel entiende su propia obra. En las proposiciones hace decir al mismo espíritu de la metafísica occidental, desde su inicio, lo que el espíritu es. El espíritu es el noein. Y de la “realidad” del noein Aristóteles dice en el pasaje citado por Hegel: he gar nous ENERGEIA zoe (A 7,1072 b 27). “El estar a partir de sí en la obra, es decir, el estar presente del percibir a la presencia de todo presente, es vida”. Modernamente traducido: “La realidad del espíritu, a saber, es vida”. Heideggeriana: HegelFenomenologia

Lo característico de la Metafísica es que en ella, de un modo general y sin excepción, de la existentia, si es que se trata de ella, se trata sólo de un modo breve y como algo evidente y de lo que no hace falta hablar (cfr. la pobre explicación del postulado de realidad que se encuentra en la Crítica de la Razón Pura de Kant). La única excepción la constituye Aristóteles, que piensa a fondo la ENERGEIA, sin que nunca, en el futuro, este pensamiento haya podido convertirse en algo esencial en su originariedad. La transmodelación de la ENERGEIA en actualitas y realidad ha sepultado todo lo que aparecía en la ENERGEIA,. La conexión entre ousia, y ENERGEIA se oscurece. Hegel es el primero que vuelve a pensar a fondo la existentia, pero en su “Lógica”. Schelling la piensa en la diferenciación entre fundamento y existencia, una diferenciación, sin embargo, que está enraizada en la subjetividad. Heideggeriana: SuperarMetafisica

La filosofía busca lo que es el ente en tanto es. La filosofía está en camino hacia el ser del ente, es decir, hacia el ente respecto del ser. Aristóteles aclara esto al hacer seguir, en la frase citada, al ti to on, ¿qué es el ente?, una aclaración: touto esti tis he ousia; dicho en la traducción: “Esto (es decir, ti to on) significa: ¿qué es la entidad (Seiendheit) del ente?”. El ser del ente estriba en la entidad (Seiendheit). Pero ésta — la ousia — la determina Platón como idea, la determina Aristóteles como la ENERGEIA. Heideggeriana: QueFilosofia

Por el momento todavía no es necesario examinar con más precisión qué quiere decir Aristóteles con ENERGEIA y en qué medida la ousia se deja determinar por la ENERGEIA. Lo único importante es ahora que reparemos en cómo Aristóteles delimita la filosofía en su esencia. Dice en el primer libro de la “Metafísica” (Met. A 2, 982 b 9 sqq) lo siguiente: la filosofía es episteme ton proton archon kai aition theoretike. Se acostumbra traducir episteme por “ciencia” (Wissenschaft). Ello induce a error, porque dejamos demasiado fácilmente que se nos introduzca la representación moderna de “ciencia”. La traducción de episteme por “ciencia” es también errónea si entendemos “ciencia” en el sentido filosófico en que lo entienden Fichte, Schelling y Hegel. La palabra episteme deriva del participium epistamenos. Así se llama el hombre en tanta es competente y hábil para algo (competencia [Zuständigkeit] en el sentido de appartenance). La filosofía es episteme tis, un modo de competencia, theoretike, que es capaz del theorein, es decir, de buscar algo con la mirada y poner a la vista y mantener en vista esto que aquélla busca con la mirada. La filosofía es por ello episteme theoretike. ¿Pero qué es lo que pone a la vista? Aristóteles lo dice al nombrar las … Se traduce: “los primeros fundamentos (Gründe) y causas” — a saber, del ente. Los primeros fundamentos y causas constituyen así el ser del ente. Ya sería hora, después de dos milenios y medio, de reflexionar qué tiene que ver el ser del ente con eso de “fundamento” y de “causa” Heideggeriana: QueFilosofia

Aún resulta infinitamente más imposible representar “el ser” como aquello general que corresponde a cada ente. Sólo hay ser cuando lleva en cada casó la marca que le ha sido destinada: physis, logos, hen, idea, ENERGEIA, substancialidad, objetividad, subjetividad, voluntad, voluntad de poder, voluntad de voluntad. Pero lo destinado no existe de modo clasificable como las manzanas, peras y melocotones, como algo dispuesto en el mostrador de las representaciones históricas. Heideggeriana: OntoTeoLogia1957

En una enumeración y teniendo en cuenta la traducción de Hegel, las cuatro palabras fundamentales son las siguientes: 1. Hen, das All — el Universo; 2. Logos, die Vernunft — la razón; 3. Idea, der Begriff — el concepto; 4. ENERGEIA, die Wirklichkeit — la actualidad. Hen es la palabra de Parménides. Logos es la palabra de Heráclito. Idea es la palabra de Platón. ENERGEIA es la palabra de Aristóteles. Heideggeriana: HegelGregos

La palabra fundamental de Aristóteles es ENERGEIA, que Hegel traduce por “actualidad” (lat. actus). La ENERGEIA es, “determinada más precisamente”, la “entelequia (entelexeia), que es en sí el fin y la realización del fin”. La ENERGEIA es “la actividad pura desde el fondo de sí misma”. “Sólo la energía, la forma, es la actividad, lo actualizador, la negatividad que se refiere a sí misma” (ib. p. 321). Heideggeriana: HegelGregos

Aquí se piensa igualmente la ENERGEIA desde el fondo de la dialéctica especulativa como la actividad pura del sujeto absoluto. Si la tesis es negada por la antítesis; si ésta, a su turno, es negada por la síntesis, en semejante negar impera lo que Hegel llama la “negatividad que se refiere a sí misma”. Esta no es algo negativo. La negación de la negación es más bien aquella posición en la cual el Espíritu se pone a sí mismo como lo absoluto por medio de su propia actividad. Hegel ve en la ENERGEIA de Aristóteles la etapa preliminar del automovimiento absoluto del Espíritu es decir, de la actualidad en sí y para sí. El alto aprecio de Hegel por la filosofía aristotélica se ve en las siguientes palabras: “Si se tomara en serio la filosofía, no habría nada más valioso que dictar lecciones sobre Aristóteles” (ib. p. 314). Heideggeriana: HegelGregos

La explicación de las cuatro palabras fundamentales nos deja ver lo siguiente: Hegel comprende Hen, logos, idea, ENERGEIA en el horizonte del Ser que él concibe como lo universal abstracto. El Ser y lo representado en las palabras fundamentales no está todavía determinado, ni ha sido todavía mediatizado mediante y en el movimiento dialéctico de la subjetividad absoluta. La filosofía de los griegos es la etapa de este “todavía no”. Esta no es todavía la culminación de la filosofía, pero Hegel la apresa en conceptos desde la cima de esta culminación, la cual se ha determinado como el sistema del idealismo especulativo. Heideggeriana: HegelGregos

Cuando Hegel interpreta el Ser, de manera especulativo-dialéctica y desde la subjetividad absoluta, como lo inmediato Indeterminado, como lo universal abstracto; y cuando explica las palabras griegas fundamentales para el Ser Hen, logos, ENERGEIA, desde el punto de vista de la filosofía moderna, caemos en la tentación de juzgar semejante interpretación como históricamente inadecuada. Heideggeriana: HegelGregos

En relación con Hegel y los griegos, lo anterior significa lo siguiente: a todas las afirmaciones históricas adecuadas o inadecuadas antecede el hecho de que Hegel ha tenido una experiencia de la esencia de la historia desde el fondo del Ser en el sentido de la subjetividad absoluta. Hasta ahora no ha habido ninguna experiencia de la historia que, mirada filosóficamente, pueda corresponder a la nombrada. Pero la determinación especulativo-dialéctica de la historia trae consigo el que Hegel no pueda avistar en sentido propio la aletheia y su imperio como el asunto del pensar. Y esto ocurre justamente en una filosofía que determina “el reino de la verdad pura” como la “meta” de la filosofía. Pues al concebir el Ser como lo inmediato indeterminado, la experiencia que Hegel tiene de él se lo revela como lo puesto por el sujeto determinante y cognoscente. Por ello no puede desasir el Ser en sentido griego, el einai, de la relación con el sujeto y dejarlo libre en su propia esencia. Esta es la pre-sencia, es decir, el esenciar frente al hombre surgiendo del estar-oculto e ingresando en el no-estar-oculto. En la pre-sencia está en acción la desocultación; también está en acción en el “En y en el logos, esto es, en el hacer yacer frente al hombre, hacer que unifica y reúne; es decir, en el hacer esenciar frente al hombre. La aletheia está en acción en la idea y en la koinonia de las ideas, en cuanto éstas se sacan recíprocamente a la luz, constituyendo así el Ser-siendo (das Seiendsein). La aletheia está en acción en la ENERGEIA, la cual no tiene nada que ver con actus y actividad, sino sólo con el ergon en el sentido de la experiencia que de él tienen los griegos, y con su pro-ducción e incorporación a la pre-sencia. Heideggeriana: HegelGregos

En todo caso podemos constatar también históricamente la plenitud de transformaciones del estar presente mediante la indicación de que el estar presente se muestra como el hen, el Uno único y unificador, como el logos, la recolección que salvaguarda todo, como la idea, ousia, ENERGEIA, substantia, actualitas, perceptio, mónada, como objetividad, como legalidad o positividad legal del autoponerse en el sentido de la voluntad de razón, de amor, de espíritu, de poder, como voluntad de querer en el eterno retorno de lo semejante. Lo historiográficamente constatable se deja hallar dentro de la historia. El despliegue de la plenitud de transformaciones del ser tiene el parecido de una historia del ser. Pero el ser no tiene una historia, tal y como tiene su historia una ciudad o un pueblo. Lo histórico de la historia del ser se determina manifiestamente por y sólo por cómo acontece el ser, y esto quiere decir de acuerdo con lo que se acaba de exponer, por la manera como Se da el ser. Heideggeriana: TempoYSer

Si Platón se representa al ser como idea y como koinonia de las ideas, Aristóteles como ENERGEIA, Kant como posición, Hegel como el concepto absoluto, Nietzsche como voluntad de poder, no son éstas doctrinas producidas al azar, sino palabras del ser como respuestas a una apelación que habla en el destinar que se oculta a sí mismo, en el “Se da el ser”. En cada caso retenido en la destinación que se retira, el ser con su plenitud de transformaciones es desocultado al pensar. En la tradición de las épocas del destino-del-ser queda atado el pensar, y también cuando, y precisamente cuando, cobra memoria de cómo y de dónde recibe en cada caso el ser mismo la determinación que le es propia, a saber, desde el: Se da el ser. El dar se mostró como destinar. Heideggeriana: TempoYSer

“Ser como el acaecimiento”: Antaño pensó la filosofía al ser, desde el ente, como idea, como ENERGEIA, como actualitas, como voluntad y ahora — cabría pensar — como acaecimiento. Así entendido, mienta “acaecimiento” una interpretación declinada del ser que, si resulta legítima, representa una continuación de la metafísica. El “como” significa en este caso: acaecimiento como una especie del ser, subordinada al ser, que constituye el establecido concepto conductor. Si pensamos empero, como se intentó, ser en el sentido de estar presente y dejar estar presente, que se da en el destino, el cual reposa por su parte en la esclarecedora-ocultadora regalía del tiempo auténtico, entonces el ser pertenece al [acaecer como] apropiar. Desde éste reciben su determinación el dar y su don. Entonces sería el ser una especie de acaecimiento y no el acaecimiento una especie del ser. Heideggeriana: TempoYSer

El “en tanto” es en la mencionada conferencia el durar, el mantenerse persistentemente como destino. Dentro de “el hecho de que” y en su sentido puede también el pensar afirmar algo así como la necesidad, algo así como una legalidad y una lógica en la secuencia de manifestaciones del ser. Cabe, pues, decir que la historia del ser es la historia del creciente olvido del ser. Entre las transformaciones epocales del ser y la retirada se deja ver una relación, que no es, empero, la de una causalidad. Cabe decir que cuanto más se aleja uno del alba del pensar occidental, de la aletheia, tanto más cae ésta en el olvido, tanto más inequívocamente emerge el saber, la consciencia, y se retira así el ser. Esta retirada del ser permanece además oculta. En el kryptesthai de Heráclito es por primera y última vez expresado lo que es la retracción. El retirarse de la aletheia como aletheia da paso franco a la transformación del ser de la ENERGEIA a la actualitas, etc. Heideggeriana: ProtocoloTempoYSer

De la misma manera que el pensamiento dialéctico-especulativo, la intuición originaria y su evidencia necesitan de la apertura ya dominante, la Lichtung. Lo evidente es lo inmediatamente visible. Evidentia es la palabra con que Cicerón traduce, es decir, traslada al mundo romano, el griego ENERGEIA. ENERGEIA, en la que habla el mismo origen que en argentum, significa aquello que luce y brilla. Y, únicamente puede brillar, si hay ya una apertura: el rayo de luz no crea la apertura, la Lichtung, sino tan sólo la atraviesa. La apertura es la única que ofrece a un dar y recibir, a una evidencia, la libertad en la que pueden permanecer y tienen que moverse. Heideggeriana: TarefaPensar

En ese estar unidos se funda la posible exigencia de una obligación del pensar. Sin embargo, hablar de obligación o no del pensar carece de fundamento sin una experiencia previa de la aletheia como Lichtung. Porque ¿de dónde le viene la obligatoriedad a la determinación platónica de la presencia como idea, ¿con respecto a qué está obligada la interpretación aristotélica de lo presente como ENERGEIA? No podemos hacer estas preguntas — extrañamente relegadas siempre por la Filosofía — hasta que no conozcamos lo que Parménides tuvo que conocer: la aletheia, el no-ocultamiento. El camino hacia ella es distinto de la carretera por la que ha de vagar la opinión de los mortales. Heideggeriana: TarefaPensar

En la historia de la metafísica, una serie de respuestas es dada a esta cuestión. Por ejemplo: ENERGEIA. Observamos aquí que la respuesta aristotélica a la pregunta “¿qué es el ente en cuanto ente?” es ENERGEIA y no hypokeimenon. En efecto, el hypokeimenon es la interpretación del ente, no del ser. Más concretamente, hypokeimenon es la entrada en presencia de una isla o de una montaña, y esta entrada en presencia salta a los ojos cuando se está en Grecia. hypokeimenon es, efectivamente, el ente en su yacer, tal como se da a ver, es decir: lo que está ahí, bajo los ojos, llegando a extenderse ahí desde sí mismo. Es así como está la montaña en la tierra y la isla en el mar. Heideggeriana: SeminarioThor1969

Justo por eso el saber tiene que desplegar su máxima resistencia — sólo contra la cual se levanta todo el poder del ocultamiento del ente — para fracasar realmente. Precisamente así es como el ente se abre en su insondable inmutabilidad y ofrece al saber su verdad. Esta máxima sobre la impotencia creadora del saber es una frase de los griegos, en quienes, con demasiada facilidad, se quiere encontrar el modelo de un saber puramente asentado en sí mismo y, con ello, olvidado de sí, que se nos presenta como la actitud “teórica”. Pero, ¿qué es la theoria para los griegos? Se suele decir: la pura contemplación, que permanece ligada a la plenitud y exigencia de las cosas. Apelando a los griegos, esta conducta contemplativa, se dice, habría de existir por ella misma. Pero esta apelación carece de fundamento. Pues, por un lado, la “teoría” no tenía lugar por ella misma, sino únicamente por la pasión de permanecer cerca del ente en cuanto tal y bajo su apremio. Mas, por otro lado, los griegos luchaban justamente por comprender y por ejercer ese cuestionar contemplativo como una, incluso como la suprema, forma de la ENERGEIA, del “estar-a-la-obra” del hombre. Su sentido no estaba, pues, en asimilar la praxis a la teoría, sino al revés, en entender la teoría misma como la suprema realización de una auténtica praxis. Para los griegos la ciencia no es un “bien cultural”, sino el centro que determina desde lo más profundo toda su existencia como pueblo y como Estado. La ciencia tampoco es para ellos un puro medio para hacer consciente lo inconsciente, sino el poder que abarca y da rigor a toda la existencia. Heideggeriana: UniversidadeAlemana

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