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pregunta por el origen

Definition:
¿De dónde proviene el pensamiento del valor, ese pensamiento que estima todo de acuerdo con valores, que se comprende a sí mismo como una estimación de valor y que se ha puesto como tarea una nueva posición de valores? El propio Nietzsche se ha planteado la pregunta por el origen del pensamiento del valor y ya la ha respondido. Sólo necesitamos recordar el curso de sus reflexiones en el fragmento n. 12. Allí Nietzsche se pregunta explícitamente en la sección B: ¿de dónde proviene nuestra creencia en los valores cosmológicos? La respuesta es: de la voluntad del hombre de asegurarse a sí mismo un valor. Pero ¿cómo habrá de hacerlo si el mundo al que pertenece no tiene por su parte un valor, un sentido y un fin, una unidad y una verdad, si el hombre no puede someterse a un "ideal"? La sección final del fragmento 12 expresa ya con suficiente claridad la conexión interna entre posición de valores y voluntad de poder. No obstante, con remitir a ese pasaje no está aún propiamente comprendida esa conexión. Podemos suponer, sin embargo, que Nietzsche, a su modo, ya debía haberla aclarado, desde el momento en que a la transvaloración de los valores le corresponde una especial consciencia y por lo tanto, un saber acerca de qué ocurre con los valores. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Voluntad de poder y posición de valores son lo mismo, en la medida en que la voluntad de poder mira abriéndose a puntos de vista para la conservación y el acrecentamiento. Por eso la posición de valores no se puede retrotraer a la voluntad de poder como si fuera algo diferente de ella. La elucidación de la esencia del valor y de la posición de valores sólo da como resultado una caracterización de la voluntad de poder. La pregunta por el origen del pensamiento del valor y por la esencia del mismo no está de ninguna manera contestada con la demostración de la conexión interna entre la posición de valores y la voluntad de poder. Queda retrotraída a la pregunta por el surgimiento esencial de la voluntad de poder. ¿Por qué es ésta en sí misma instauradora de valores? ¿Por qué con el pensamiento de la voluntad de poder se vuelve también dominante en la metafísica el pensamiento del valor? ¿Cómo y por qué la metafísica se vuelve metafísica de la voluntad de poder? Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Hay que mostrar que a la metafísica anterior el pensamiento del valor le era ajeno y tenía que serle ajeno porque aún no podía concebir el ente como voluntad de poder. Al mostrarlo tendremos que descubrir, sin embargo, el origen más profundo del pensamiento del valor, ya que así se elimina la apariencia de que en la metafísica siempre se hubiera pensado en el modo de la posición de valores. Si se mostrara cómo la interpretación del ente como voluntad de poder sólo es posible sobre la base de las posiciones metafísicas fundamentales modernas, llegaremos, respecto de la pregunta por el origen del pensamiento del valor, al importante conocimiento de que Nietzsche no da aún, ni puede dar, ninguna respuesta a esta pregunta por el origen. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Origen significa aquí aquello a partir de donde y por lo que una cosa es lo que es y tal como es. Qué es algo y cómo es, es lo que llamamos su esencia. El origen de algo es la fuente de su esencia. La pregunta por el origen de la obra de arte pregunta por la fuente de su esencia. Según la representación habitual, la obra surge a partir y por medio de la actividad del artista. Pero ¿por medio de qué y a partir de dónde es el artista aquello que es? Gracias a la obra; en efecto, decir que una obra hace al artista significa que si el artista destaca como maestro en su arte es únicamente gracias a la obra. El artista es el origen de la obra. La obra es el origen del artista. Ninguno puede ser sin el otro. Pero ninguno de los dos soporta tampoco al otro por separado. El artista y la obra son en sí mismos y recíprocamente por medio de un tercero que viene a ser lo primero, aquello de donde el artista y la obra de arte reciben sus nombres: el arte. Heideggeriana: OOA1935

Por mucho que el artista sea necesariamente el origen de la obra de un modo diferente a como la obra es el origen del artista, lo cierto es que el arte es al mismo tiempo el origen del artista y de la obra todavía de otro modo diferente. Pero ¿acaso puede ser el arte un origen? ¿Dónde y cómo hay arte? El arte ya no es más que una palabra a la que no corresponde nada real. En última instancia puede servir a modo de término general bajo el que agrupamos lo único real del arte: las obras y los artistas. Aun suponiendo que la palabra arte fuera algo más que un simple término general, con todo, lo designado por ella sólo podría ser en virtud de la realidad efectiva de las obras y los artistas. ¿O es al contrario? ¿Acaso sólo hay obra y artista en la medida en que hay arte y que éste es su origen? Sea cual sea la respuesta, la pregunta por el origen de la obra de arte se transforma en pregunta por la esencia del arte. Como de todas maneras hay que dejar abierta la cuestión de si hay algún arte y cómo puede ser éste, intentaremos encontrar la esencia del arte en el lugar donde indudablemente reina el arte. El arte se hace patente en la obra de arte. Pero ¿qué es y cómo es una obra que nace del arte? Qué sea el arte nos los dice la obra. Qué sea la obra, sólo nos lo puede decir la esencia del arte. Es evidente que nos movemos dentro de un círculo vicioso. El sentido común nos obliga a romper ese círculo que atenta contra toda lógica. Se dice que se puede deducir qué sea el arte estableciendo una comparación entre las distintas obras de arte existentes. Pero ¿cómo podemos estar seguros de que las obras que contemplamos son realmente obras de arte si no sabemos previamente qué es el arte? Pues bien, del mismo modo que no se puede derivar la esencia del arte de una serie de rasgos tomados de las obras de arte existentes, tampoco se puede derivar de conceptos más elevados, porque esta deducción da por supuestas aquellas determinaciones que deben bastar para ofrecernos como tal aquello que consideramos de antemano una obra de arte. Pero reunir los rasgos distintivos de algo dado y deducir a partir de principios generales son, en nuestro caso, cosas igual de imposibles y, si se llevan a cabo, una mera forma de autoengaño. Heideggeriana: OOA1935

Estas preguntas, que nos atañen en parte de modo directo y en parte lejanamente, sólo se pueden plantear si meditamos previamente la esencia del arte. Intentamos dar algunos pasos en esa dirección planteando la pregunta por el origen de la obra de arte. Se trata de atraer la mirada sobre el carácter de obra de la obra. El significado que tiene aquí la palabra origen ha sido pensado a partir de la esencia de la verdad. Heideggeriana: OOA1935

Pero el pensamiento de Nietzsche no apunta a poner otra interpretación de lo verdaderamente ente en lugar de la cristiana, a suplantar el Dios cristiano y su cielo por otro Dios, manteniendo la misma dei-dad. Por el contrario, el preguntar de Nietzsche se dirige a determinar según su proveniencia la distinción entre mundo verdadero y mundo aparente en cuanto tal. Para el pensamiento nietzscheano resulta por lo tanto decisivo: 1) el hecho de que simplemente plantee la pregunta por el origen de tal distinción en cuanto tal; 2) el modo en que plantea, comprende, y por lo tanto responde a esta pregunta por el origen. Su respuesta reza: la distinción entre el mundo "verdadero" como mundo consistente y el mundo "aparente" como mundo inconsistente tiene que reconducirse a "relaciones de valor". Esto quiere decir: la posición de lo consistente y fijo como aquello que es y la correspondiente posición opuesta de lo inconsistente y cambiante como aquello que no es y sólo es aparente, constituyen una determinada valoración. Lo consistente-fijo, como lo que posee mayor valor, es preferido a lo que cambia y fluye. La valoración de la valencia de lo consistente y lo que carece de existencia consistente está guiada por la concepción básica de lo valioso y del valor. Heideggeriana: VontadePoder

La pregunta por el origen esencial del "objeto" en general. Ésta es la pregunta por la verdad del ente en la metafísica moderna. (Unidad y objetividad; esencia de la uni-dad, ousia.) Heideggeriana: HistoriaSer

Las preguntas suscitadas hace un momento alcanzan una problematicidad todavía más aguda, si las tomo como quise exponérselas hace poco a raíz de mi conferencia en Munich (La pregunta por la técnica). Si la técnica es la movilización del mundo por la forma de el trabajador, acontece por la presencia acuñadora de esa especial voluntad de poder particularmente humana. En la presencia y la representación se anuncia el rasgo fundamental de lo que se descubrió al pensar occidental como Ser. "Ser" quiere decir, desde lo griego temprano hasta lo postrero de nuestro siglo: presencia. Toda clase de presencia y presentación proviene del acontecimiento de la presencia. Pero la "voluntad de poder" es, como la efectividad de lo efectivo una manera del aparecer del "Ser" del ente. "Trabajo", de donde recibe por su parte la forma de el trabajador el sentido, es idéntico con "Ser". Aquí queda por pensar si y en qué medida la esencia del "Ser" es en sí la referencia para con la esencia humana (véase ¿Qué significa pensar?, pág. 73 y sig.) En esa referencia tuvo que fundarse entonces la relación entre el "trabajo" entendido metafísicamente y el "Trabajador". Me parece que las siguientes preguntas apenas pueden ya soslayarse: ¿Podemos pensar la forma de el trabajador como forma, podemos pensar la idea platónica como eidos todavía más originariamente en su origen esencial? Si no, ¿qué razones prohíben [401] esto y exigen en lugar de ello que aceptemos simplemente forma e idea como lo último para nosotros y como lo primero en sí? Si es así, ¿en qué camino puede moverse la pregunta por el origen esencial de la idea y de la forma? ¿Surge, para decirlo formalmente, la esencia de la forma en el ámbito de origen de lo que llamo el Ge-Stellt? [aquí, "in-formación"] ¿Pertenece, según esto, también el origen esencial de la idea al mismo ámbito del que provino la esencia de la forma próxima a ella? ¿O es el Ge-Stellt sólo una forma de un hacer humano? Si éste fuera el caso, entonces seguiría siendo la esencia del Ser y además el Ser del ente un hijo del representar humano. La época en la que el pensar europeo pensó así arroja aún las últimas sombras sobre nosotros. Heideggeriana: PreguntaSer

Es cierto que no puede derivarse nunca directamente la relación de indeterminación de Heisenberg de la interpretación kantiana del conocimiento físico de la naturaleza. Pero tampoco puede ser jamás representada, es decir pensada, aquella relación sin que este representar retroceda primero al ámbito trascendental de la relación sujeto-objeto. Cuando esto ha sucedido, sólo entonces comienza la pregunta por el origen esencial de la objetivación del ente, es decir, por la esencia del "comprender". Heideggeriana: PreguntaSer

Submitted on 30.03.2007 18:51
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