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ontológico

Definition:
En lo que sigue, los términos ontología y ontológico sólo se emplean en el vacío sentido a que hemos hecho referencia: como indicadores sin compromiso. Significan: un preguntar y un determinar enderezados al ser; a qué ser, y cómo, permanece todavía enteramente indeterminado. Heideggeriana: GA63

El "hoy", conforme a su carácter ontológico, en tanto que cómo de la facticidad (de la Existenz, del existir), sólo podrá quedar determinado plenamente cuando explícitamente hayamos hecho visible el fenómeno básico de la facticidad: "la temporalidad" (ésta no debe entenderse como una categoría, sino como lo que llamamos un existenciario o existencial). Heideggeriana: GA63

En virtud del correspondiente enfoque ontológico, es decir, en virtud de tal enfoque ontológico, nos encontramos con una diversidad de culturas que ónticamente quedan equiparadas las unas a las otras, lo cual no significa sino que frente a tal contexto objetual, es decir, que supuesta la configuración que se supone del objeto mismo de consideración, no hay otra forma adecuada de abordarlo que mantener la consideración morfológica. Pues respecto a la diversidad misma no hay más remedio que preguntarse por su configuración, es decir, a ella misma hay que hacerla accesible en su carácter de forma. A cualquier cultura hay que ponerla al lado de las otras en términos de configuración. Surge así el método de una comparación universal de formas. Entran juego las categorías de relación que representan la homología, la analogía, la simultaneidad y el paralelismo. Heideggeriana: GA63

Estas diferencias, sobre todo si permanecen indeterminadas, no son ciertamente las que marcan la pauta en lo que respecta al carácter ontológico y al carácter de objeto de lo visto desde esa perspectiva rectora y tampoco en lo que respecta al cómo del ver o mirar mismo. Y otro tanto cabe asimismo decir de la siguiente diferencia: los contextos de orden se enfocan, o bien en términos unidimensionales, estáticos, llanos (es lo que ocurre en el enfoque que hemos llamado platonizante), o bien en términos dialéticos. Pero precisamente la dialéctica exige para su propia posibilidad el ver-así o considerar-así el todo del ente en tanto que determinado de antemano en el sentido de que todo viene trabado en él en términos de orden. El peculiarísimo y singular negocio que representa ese tipo de unificación (que la dialéctica practica) en la que constantemente se andan suprimiendo o superando cosas o incluyendo cosas en el concepto, y de nuevo otra vez soltándolas de él (pero quedando dentro de él por vía de que ese concepto se amplía), todo ello vive a costa de ese enfoque que consiste en considerar todo desde la perspectiva del orden posible. Heideggeriana: GA63

4 - El ser-ahí es un ente que se determina como "yo soy". Para el ser-ahí es constitutivo el carácter respectivo de cada uno que va inherente al "yo soy". El ser-ahí , tan primariamente como es en-el-mundo, es también mi ser-ahí. Es en cada caso propio y, como propio, respectivo de cada uno. Si este ente ha de ser determinado en su carácter ontológico puede abstraerse, pues, del carácter respectivo como mío en cada caso. Mea res agitur (Es asunto mío). Por tanto, todos los caracteres fundamentales deben encontrarse justamente en lo respectivo de cada uno como lo mío en cada caso. Heideggeriana: BZ

Para terminar intentemos volver a la historicidad y la posibilidad. Aristóteles solía resaltar en sus escritos que lo más importante es la recta "paideia", la seguridad originaria en una cosa, la que nace de la familiaridad con la cosa misma, la seguridad del manejo adecuado de la cosa. Para corresponder al carácter ontológico del tema aquí tratado, tenemos que hablar temporalmente del tiempo. Queremos repetir temporalmente la cuestión de qué es el tiempo. El tiempo es el "cómo". Si seguimos indagando qué es el tiempo, hemos de evitar quedar prendidos prematuramente de una respuesta (al estilo: el tiempo es esto o aquello), lo cual implicaría siempre un "qué". Heideggeriana: BZ

beta) Pero todavía en otro respecto vino a luz la relación de ser y tiempo - aun cuando no llegó a ser problema, sino que fue meramente admitida. De aquello que determina al ente en cuanto ente, del ser (como idea y genos), se dice en la ontología antigua (Aristóteles) que es próteron que el ente, y, a saber, un proteron de su propia especie; como proteron physei se lo diferencia del proteron gnosei, el proteron pros emas. Ser es anterior (früher) al ente; este "anterior a" que le es atribuido al ser es una "determinación" caracterizadora, no atañe a la gnosis como orden de la aprehensión del ente. Ser es anterior a, es lo esencialmente "anterior", es desde antes, dicho en la lengua de la ontología posterior: a priori. Todo preguntar ontológico es un preguntar por el "apriori" y un determinarlo. Heideggeriana: TranscendenciaST

2. La universalización del problema del ser. También aquí el problema se ha vuelto hoy extraño, e incluso se lo hace extraño por medio de un movimiento que aparentemente renueva la ontología y la metafísica. Es una extendida mala comprensión de la ontología, proveniente del kantismo, opinar que, cuando se plantea un problema ontológico, se toma una decisión gnoseológica en favor del realismo, puesto que éste hace valer el ente-en-sí. Heideggeriana: TranscendenciaST

En la renovación de la ontología se ve un retorno a la escolástica realista medieval y a Aristóteles, con lo cual éste aparece como embozado padre de la Iglesia. En este sentido se busca también en Kant el motivo ontológico. En Scheler, N. Hartmann y Heimsoeth se suscita la representación de que habría en Kant, junto a sus reflexiones gnoseológico-idealistas, otras de así llamado carácter ontológico-realista, tendencias a admitir también, y todavía, la consistencia del mundo objetivo. Esta representación de la ontología es un contrasentido y no es ni aristotélica ni kantiana. Heideggeriana: TranscendenciaST

El problema ontológico no tiene primeramente nada que ver con el reputado pseudoproblema de la realidad del mundo externo y de la independencia del ente-en-sí respecto del sujeto aprehensor. Antes bien, el problema ontológico estriba precisamente en ver que esta así llamada cuestión del conocimiento no se puede ni siquiera plantear si no se ha esclarecido qué quiere decir el ser-en-sí de lo meramente presente. Pero esto ni siquiera puede plantearse como problema, ni mucho menos resolverlo, si no se ha aclarado cómo tiene en general que plantearse la pregunta por el sentido de ser. Heideggeriana: TranscendenciaST

Pero esta desestimación de un error ampliamente difundido, que vuelve profundamente estéril todo así llamado interés por la metafísica, se queda sólo en lo negativo. Desarrollar positivamente la universalización del problema del ser significa mostrar qué preguntas fundamentales, interdependientes entre sí, encierra en general la pregunta por el ser. ¿Qué problemas fundamentales son mentados con el simple título "ser", cuando se pregunta por ser y tiempo? El problema ontológico fundamental no sólo no es idéntico con la pregunta por la "realidad" del mundo externo, sino que este problema presupone uno genuinamente ontológico: la elucidación del modo del hecho-de-ser (Dass-sein) de las cosas y de su constitución regional. Entre tanto, la existencia (Dasein) de las cosas materiales de la naturaleza no es, desde luego, la única; también la historia es, las obras de arte son. La naturaleza misma es de diversos modos: espacio y número, vida, el Dasein humano. Hay una multiplicidad de modi existendi, y éstos lo son a la vez, en cada caso, de entes de determinado contenido, de determinado ser-qué. El título "ser" está entendido en esta amplitud, de suerte que abarca todas las regiones posibles. Pero el problema de la multiplicidad regional del ser encierra, precisamente cuando se lo plantea en términos universales, la pregunta por la unidad de de este título universal "ser", por el modo de la modificación de la significación universal "ser" en las diversas significaciones regionales. Este es el problema de la unidad de la idea del ser y de sus modificaciones regionales. - ¿Significa la unidad del ser universalidad en otra forma y motivación? El problema es, en todo caso, la unidad y universalidad de la idea del ser sin más. Justamente este problema ya lo planteó Aristóteles, aun cuando no lo solucionó. Lo esencial está, por sobre todo, en cómo se concibe la universalidad del concepto de ser. Heideggeriana: TranscendenciaST

Por eso, precisamente en Leibniz surge la impresión de que la interpretación monadológica de lo ente es sencillamente un antropomorfismo, una animación del universo en analogía con el yo. Pero ésta sería una concepción externa y arbitraria. El propio Leibniz trata de fundamentar esta consideración de tipo analógico de manera metafísica: ... cum rerum natura sit uniformis nec ab aliis substantiis simplicibus ex quibus totum consistit Universum, nostra infinite differre possit. "Puesto que la naturaleza de las cosas es uniforme, nuestra propia esencialidad no puede ser infinitamente diferente de las otras substancias simples de las que se compone todo el universo." (Carta a de Volder del 30 de junio de 1704. Gerh. 11, 270; Buch. 11, 347.) Claro que el principio ontológico fundamental aportado por Leibniz para fundamentar tendría que ser a su vez fundamentado. Heideggeriana: CursoMarburgo

La maquinización hace posible un dominio del ente que ahorra fuerzas, es decir, que al mismo tiempo las almacena, un dominio que resulta en todo momento abarcable en todas direcciones. A su ámbito esencial pertenecen también las ciencias. Éstas no sólo mantienen su valor; ni tampoco adquieren simplemente un nuevo valor. Más bien son ahora, por vez primera, ellas mismas un valor. En cuanto investigación dirigible y de carácter empresarial de todo el ente, lo fijan y, mediante sus fijaciones, condicionan el aseguramiento de la existencia consistente de la voluntad de poder. El adiestramiento [Züchtung] de los hombres no es, sin embargo, domesticación, en el sentido de refrenar y paralizar la sensibilidad, sino que la disciplina [Zucht] consiste en almacenar y purificar las fuerzas en la univocidad del "automatismo" estrictamente dominable de todo actuar. Sólo cuando la subjetividad incondicionada de la voluntad de poder se ha convertido en la verdad del ente en su totalidad, es posible, es decir, metafísicamente necesaria, la institución de un adiestramiento racial, es decir, no la mera formación de razas que crecen por sí mismas sino la noción de raza que se sabe como tal. Así como la voluntad de poder no es pensada de modo biológico sino ontológico, así tampoco la noción nietzscheana de raza tiene un sentido biologista sino metafísico. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

Con ello sale el primer rasgo fundamental y sostenedor de todos los otros momentos del concepto hegeliano de experiencia, a diferencia del aristotélico pero también del kantiano. La empeiria se dirige al ente accesible a diario por doquier. La "experiencia" kantiana es la ciencia natural matemática y como tal se orienta al objeto existente "naturaleza". Sólo que justamente Kant es quien - pero también él por primera vez al interior del pensamiento moderno - ha realizado claramente la pregunta por el ser del ente y desplegado propiamente este preguntar en cuestionamiento y caracterizado a éste mismo. Para el pensamiento moderno el ente es en la conciencia y para ésta lo a ella representado y remitido. El ente es ahora sólo Gegen-stand u Objekt. "Gegenstand" es el nombre moderno para lo que realmente se opone al re-presentar que se sabe a sí mismo, el "objeto" para el sujeto. Pensado modernamente es lo real, es decir, el ente, esencialmente objeto. En el pensamiento griego no se encuentra en ninguna parte el concepto del Gegenstand y del Objekt, porque es imposible, dado que el hombre no se experimenta como "sujeto". Aunque verdad es que, a través de la teoría platónica de las ideas, de manera decisiva, es preparada la interpretación del ser del ente como objetividad del objeto. En tanto, pues, según Kant la metafísica pregunta completamente en el sentido de los griegos no por el ente sino por el ser, pero al mismo tiempo en el sentido de Descartes la verdad del ente, por lo tanto el ser descansa en la certeza de la representatividad, kantianamente pensada, la pregunta por el ser del ente es la pregunta por la objetividad del objeto. Este asir la objetividad del objeto es un conocimiento enteramente propio y en relación con el conocer inmediato del ente, "de la naturaleza", de tipo nuevo. Y por ello dice Kant: "Yo denomino trascendental a todo conocimiento que en general se ocupa no tanto con objetos sino con nuestro modo de conocimiento de objetos, en tanto éste debe ser posible a priori. Un sistema de tales conceptos habría de llamarse filosofía trascendental" (Crítica de la razón pura, Introducción, B 25). El conocimiento que se ocupa de los objetos mismos es según Kant la experiencia. Pero el conocimiento que piensa la objetividad de los objetos, pregunta por las condiciones de posibilidad del objeto de la experiencia. Este asir la objetividad del objeto de la experiencia en sentido kantiano es el conocimiento trascendental u ontológico. Y justamente a este hacer surgir el nuevo verdadero objeto a diferencia del antiguo, no verdadero, al asir trascendental de la objetividad del objeto denomina Hegel "experiencia". Por lo tanto, para Hegel "la experiencia" no es como para Kant el conocimiento óntico, sino el ontológico. Esta experiencia trascendental hace surgir la objetividad del objeto "de la conciencia", ante todo originarse, de tal modo que ahora esta objetividad misma es el objeto recién originado y por ello nuevo. Este, el objeto trascendental, es esencialmente, no sólo de paso, "el nuevo" objeto. Su objetividad consiste en la "novedad", en el originamiento del originarse a través de la experiencia. Pero "originarse" ("ent-stehen"), no significa aquí: ser confeccionado como cosa, sino llegar a estar en medio del re-presentar y para éste, es decir, aparecer, pensado platónicamente: hacerse "visible". Pero en tanto según el paso fundamental de Kant, determinado desde Descartes, las condiciones de posibilidad del objeto de la experiencia se encuentran "en la conciencia", es decir, no son otra cosa que la "autoconciencia", el objeto esencialmente nuevo, es decir, trascendental, es decir, de la "experiencia" hegeliana, no es otra cosa que la autoconciencia como tal. Pero en tanto ésta constituye la esencia de la conciencia, la experiencia trascendental es esencialmente "experiencia de la conciencia" y ello en el triple sentido: La conciencia es lo experimentado en esta experiencia, a saber la objetividad del objeto. Pero es al mismo tiempo la que experimenta, la que ejercita la experiencia. Y es entonces aquello a que lo experimentado y el experimentar pertenece, de modo que ella misma "es" esta experiencia. Heideggeriana: HegelFenomenologia

La experiencia como el hacer surgir trascendental del nuevo verdadero objeto está necesariamente referida a una infinitud, es decir, a la conciencia como lo in-finito, o sea, no finito, sino originariamente uno, es decir, a la conciencia como lo incondicionado que todo lo condiciona. Pero la referencia de la experiencia trascendental a lo incondicionado de la conciencia es de tal tipo que esta "experiencia de la conciencia" hace aparecer a ésta en su incondicionada verdad y mostrarse en su completo condicionamiento, que determina unitariamente a todo objeto en su posibilidad. Según ello, el concepto hegeliano de "experiencia" es no sólo en general - a diferencia del concepto kantiano, óntico ontológico -, expresado kantianamente, trascendental, sino que la experiencia en sí trascendental se dirige a lo incondicionado de todo condicionamiento y de este modo a todo el contexto de condicionamiento. La "experiencia" es incondicionalmente un trascendental hacer surgir la conciencia, el hacer aparecer sus figuras en la incondicionalidad de su condicionar de todo objeto condicionado como tal. Hegel - y la metafísica del idealismo alemán en general - toma con seriedad el "asomarse a esa infinitud de representaciones y conceptos de propia autoría". Pero tomar con seriedad no significa aquí sólo agregar este asomarse como complemento al planteo trascendental kantiano y recién en él ver el fin, sino iniciar con este asomarse en lo incondicionado y hacer determinarse todo "ver" desde aquí. Heideggeriana: HegelFenomenologia

Con el necesario cuidado y prudencia y desde la perspectiva las distinciones establecidas por Hegel, se podría aportar una diferencia que ya ha sido nombrada en otro lugar anterior. En la medida en que se dirige directamente hacia el objeto, como algo que es, así como al saber del objeto, asimismo como algo ente, y siempre permanece, la conciencia natural podría recibir el nombre de conciencia óntica. La expresión óntico, inspirada en el griego to on, lo ente, significa aquello que atañe a lo ente. Pero el griego on, "ente", encierra dentro de sí una esencia propia de entidad (ousia), que en el transcurso de su historia nunca permanece igual. Si utilizamos las palabras on y "ente" pensándolas, el primer presupuesto es que pensemos o, lo que es lo mismo, que nos percatemos en qué medida el significado se transforma y se fija históricamente en cada ocasión. Cuando lo ente se manifiesta como objeto, en la medida en que la entidad ha aparecido a la luz de la objetividad, y cuando de acuerdo con ello el ser es interpelado como lo no objetivo, todo esto reposa ya sobre aquella ontología gracias a la que on ha sido determinado como hypokeimenon, éste como subiectum y su ser a partir de la subjetidad de la conciencia. Como on significa tanto "ente" como "lo que es", on en tanto que "ente" puede ser reunido (legein) en dirección a "lo que es". Hasta se puede decir que, de acuerdo con su ambigüedad, on está ya reunido como ente por mor de su entidad. Es ontológico. Pero con la esencia de on y a partir de ella, ese reunir que es, el logos, se transforma en cada caso y con ella, la ontología. Desde que on, lo que se presenta, se abrió como physis, la presencia de lo que se presenta reside, para los pensadores griegos, en el phainesthai, en la manifestación de lo no oculto que se muestra a sí misma. De acuerdo con esto, la multiplicidad de lo que se presenta, ta onta, es pensada como aquello que en su manifestación es simplemente aceptado como lo que se presenta. Aceptar significa aquí tomar sin más ni más y atenerse a lo que se presenta. La aceptación (dechesthai) se queda sin continuidad. Efectivamente, no sigue pensando más allá en la presencia de lo que se presenta. Se queda en la doxa. Por el contrario, el noein es aquel percibir que percibe expresamente lo presente en su presencia y a partir de ahí la emprende con él. Heideggeriana: HegelExperiencia

La conciencia es en cuanto conciencia su movimiento, porque es la comparación entre el saber óntico-preontológico y el saber ontológico. Aquél apela a éste. Este le exige a aquél que sea su verdad. Entre (dia) el uno y el otro está el habla de estas exigencias, está un legein. En este diálogo la conciencia se asigna su verdad. El dialegein es un dialegesthai. Pero el diálogo no se queda detenido en una figura de la conciencia. Corre, como ese diálogo que es, a través (dia) de todo el campo de figuras de la conciencia. En este recorrido se recoge en la verdad de su esencia. Ese recogimiento que todo lo atraviesa, dialegein, es un recogerse (dialegesthai). Heideggeriana: HegelExperiencia

Al objeto (lo que está puesto en frente) pertenece a un tiempo la consistencia (el en-qué-consiste) de lo que está-en-frente (essentia-possibilitas) y el estar de lo que está en frente (existentia). El objeto es la unidad de la estabilidad de las existencias. Las existencias, en su consistencia, están referidas esencialmente al emplazar del pre-sentar como del tener-ante-sí asegurador. El objeto originario es la obstancia misma. La obstancia originaria es el "yo pienso" en el sentido de "yo percibo" que de antemano se pone y se ha puesto ya delante de lo percibible, que es subjectum. El sujeto, en el ordenamiento de la génesis trascendental del objeto, es el primer objeto del representar ontológico. Heideggeriana: SM

Kant está en camino de considerar la esencia de la reflexión en el sentido trascendental, es decir, ontológico. Ello ocurre en forma de una reflexión insignificante que se encuentra en la Critica de la Razón Pura bajo el titulo: "De la anfibología de los conceptos de la reflexión". El párrafo es un añadido pero está lleno de intuiciones esenciales; se enfrenta con Leibniz y en consecuencia con toda la Metafísica anterior, tal como Kant mismo la ve y, del modo como, en su constitución ontológica, está fundada en la yoidad. Heideggeriana: SM

Observemos otra vez: Kant no explica ahora el ser y la existencia desde la relación con la facultad del entendimiento, sino desde la relación con la facultad del conocimiento, es decir, con el entendimiento, en efecto, con el juicio, pero de tal modo que éste recibe su determinación desde la referencia a la experiencia (sensación). Ser sigue siendo posición, pero incluido en la relación con la afección. En los predicados de ser posible, efectivo y necesario yace una "determinación del objeto", aunque sólo una "cierta" determinación, en tanto se enuncia algo del objeto en sí mismo, de él en cuanto objeto, a saber respecto de su objetividad, es decir, el "estar frente a" respecto de su propia existencia, pero no respecto de su realidad (Ralitat), esto es: quiddidad (Sachheit). Para la interpretación crítico-trascendental del ser del ente, ya no vale la tesis precrítica de que el ser "no es un predicado". Ser no es, como ser posible, efectivo, necesario, un predicado real (óntico), pero sí un predicado trascendental (ontológico). Heideggeriana: KantSer

Ahora, las ciencias asumen como tarea propia lo que - a trechos y de una forma insuficiente - intentó la Filosofía en el transcurso de su historia: exponer las Ontologías de las correspondientes regiones del ente (naturaleza, historia, derecho, arte). Su interés se dirige hacia la teoría de los conceptos estructurales, siempre necesarios para el campo de objetos subordinado a ellos. "Teoría" significa ahora: suposición de las categorías, a las que sólo se atribuye una función cibernética, negándoles, sin embargo, todo sentido ontológico; llegar a dominar el carácter operacional y modélico del pensar representante-calculador. Heideggeriana: ENDPHILO

La verdad científica es equiparada con la eficiencia de estos efectos. Las ciencias se encargan ellas mismas de hacer la necesaria y respectiva reformulación (Ausformung) de los conceptos-modelo. A estos les corresponde únicamente una función técnico-cibernética; frente a ello, todo contenido ontológico es negado. La filosofía se vuelve superflua. El juicio traído hasta aquí y que todavía dura, cual es que la filosofía cojea detrás de las ciencias - y mentadas son las ciencias naturales, a perdido su sentido. Heideggeriana: AssuntoPensar

A este se le ha asignado desde su comienzo a través de la historia, pensar lo presente con respecto a su presencia, mas no la presencia misma en la historia de sus transformaciones, ni la presencia en vistas de aquello que la determina como tal. La pregunta por esta determinación piensa en un ámbito que, al pensamiento de la filosofía que conocemos como ontológico, trascendental y dialéctico, le permanece inaccesible. Heideggeriana: AssuntoPensar

Hay así en la metafísica, comenzando por Aristóteles, un verdadero corto-circuito en la meditación del tiempo, en la que se ilustra lo que Ser y Tiempo llama el recubrimiento del sentido, una manera que no esté inconscientemente regida por el presupuesto ontológico de la entidad del tiempo, cuya incidencia sobre el concepto metafísico del tiempo hace que éste esté enteramente centrado sobre el presente (en efecto, sólo el presente es; y junto al presente, pasado y futuro están afectados de carencia de ser y son, por consecuencia, me onta). Heideggeriana: SeminarioThor1969

¿Pero cuál es el sentido ontológico de los conceptos de Galileo y de Newton, los de homogeneidad, tridimensionalidad del espacio, movimiento local, etc.? Es que el espacio y sus propiedades pasan por verdaderamente entes. Eh aquí lo que para Newton significa hipótesis: yo no invento mis hipótesis, dice, nada imaginario hay en ellas. Heideggeriana: SeminarioThor1969

Jean Beaufret responde: se trata menos de un descubrimiento óntico que de un predescubrimiento ontológico. Ontológicamente hablando, la física ya está concluida. Heideggeriana: SeminarioThor1969

Nada es la característica del ser. Este no es el ente pero en un sentido completamente diferente de la proposición: el ente no es (que sería una proposición óntica). Decir, al contrario: la nada caracteriza al ser, es un enunciado ontológico. Considerado a partir del horizonte óntico, el ser, justamente, no es el ente; considerado a partir de las categorías, éste no es. Dicho de otro modo: en la medida en que la nada y su anonadar no son entendidos negativamente, el ser es algo completamente distinto del ente. Lo importante en la fórmula participial anonadante, es que el participio indica una cierta actividad del ser, por la cual sólo el ente es. Se puede hablar de proveniencia, a condición de dejar de lado cualquier matiz óntico-causal: hay acontecimiento (survenue) del ser como condición del advenimiento del ente: el ser deja ser al ente. Heideggeriana: SeminarioThor1969

Submitted on 30.03.2007 18:38
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