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Léxico Filosofia

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sentimiento

Definition:
Si lo que ahora se intenta decir se entiende como una secuencia de enunciados sobre el habla, no será más que una cadena de afirmaciones sin probar y científicamente indemostrables. En cambio, si hacemos la experiencia del camino al habla a la luz de lo que, haciendo camino, se da con el camino, entonces podría darse el supuesto en virtud el cual el habla nos inspira, en lo sucesivo, un sentimiento de extrañez y que nuestra relación con ella se manifiesta como la Relación [Ver-Hältnis]. Heideggeriana: CaminhoLinguagem

«Cuando, en el alma, despierta verdaderamente el sentimiento de que el habla no es un mero medio de intercambio para la comprensión recíproca, sino un verdadero mundo que el espíritu debe poner entre sí y los objetos a través de la labor interna de su fuerza, entonces el alma se halla en el verdadero camino para encontrar y poner siempre aún algo más en el habla.» La labor del espíritu, según la enseñanza del idealismo moderno es el «poner» (Setzen). Dado que se concibe el espíritu como sujeto, y es representado así en el esquema sujeto-objeto. el «poner» (tesis) debe ser la síntesis entre el sujeto y sus objetos. Lo que está «puesto» así da una visión de los objetos en su totalidad. Lo que produce la fuerza del sujeto, lo que «pone» entre sí y los objetos merced a la labor, lo denomina Humboldt un «mundo» . En semejante «visión del mundo» una humanidad particular alcanza su propia expresión. Heideggeriana: CaminhoLinguagem

Entonces, ¿sería el dolor la intimidad de la Diferencia para mundo y cosa? Ciertamente. Sólo que no debemos representarnos el dolor antropológicamente, como una sensación que produce dolor. No debemos tampoco representarnos la intimidad en el sentido psicológico como aquello donde reside la capacidad de sentimiento. Heideggeriana: Linguagem1950

El nihilismo, en cuanto estado psicológico, sobreviene, en segundo lugar, cuando en todo acontecer y bajo todo acontecer se ha puesto una totalidad, una sistematización, incluso una organización: de manera tal que el alma sedienta de admiración y reverencia se entrega al goce de la representación global de una forma suprema de dominio y administración (si se trata del alma de un lógico, basta ya con la absoluta consecuencia y la dialéctica real para reconciliar con el todo...). Una especie de unidad, algún tipo de "monismo" y como consecuencia de esa creencia, el hombre inmerso en el profundo sentimiento de conexión y dependencia de un todo que le es infinitamente superior, un modus de la divinidad..." el bien de lo universal exige la entrega del individuo"..., pero mirad bien, ¡no hay ningún universal de este tipo! En el fondo el hombre ha perdido la fe en su valor si por su intermedio no entra en acción un todo infinitamente valioso: es decir, ha concebido un todo así para poder creer en su valor. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

¿Qué ha ocurrido en el fondo? Al comprenderse que no es lícito interpretar el carácter total de la existencia ni con el concepto de "fin", ni con el concepto de "unidad", ni con el concepto de "verdad", se ha llegado al sentimiento de la carencia de valor. Con ello no se ha llegado a nada, no se ha alcanzado nada; en la multiplicidad del acontecer falta la unidad que la abarque: el carácter de la existencia no es "verdadero", es falso..., simplemente no se tiene ya ninguna razón para insistir en un mundo verdadero... En resumen: las categorías "fin", "unidad", "ser", con las que hemos introducido un valor en el mundo, han sido nuevamente retiradas por nosotros - y el mundo aparece ahora carente de valor...» Heideggeriana: NiilismoEuropeu

El nihilismo es el proceso de desvalorización de los valores supremos válidos hasta el momento. Cuando se desvalorizan estos valores supremos, que son quienes conceden su valor a todo ente, también el ente que se funda en ellos se vuelve carente de valor. El nihilismo, en cuanto caducidad de los valores cosmológicos es entonces al mismo tiempo la aparición del nihilismo como sentimiento de la carencia de valor de todo, como «estado psicológico». ¿En qué condiciones surge este estado? El nihilismo «tendrá que sobrevenir», en primer lugar, «cuando hayamos buscado en todo acontecer un "sentido" que "no se encuentra en él"». La condición previa del nihilismo es, entonces, que busquemos un «sentido» «en todo acontecer», es decir en el ente en su totalidad. ¿Qué entiende Nietzsche por «sentido»? De la respuesta a esta pregunta depende la comprensión de la esencia del nihilismo, en la medida en que Nietzsche lo equipara con frecuencia con el dominio de la «carencia de sentido» (cf. n. 11). «Sentido» significa lo mismo que valor, pues en lugar de «carencia de sentido» Nietzsche también dice «carencia de valor». Falta, sin embargo, una determinación suficiente de la esencia del «sentido». Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Ya no se detiene sólo en el sentimiento de carencia de valor y de meta del devenir, ya no se detiene sólo en el sentimiento de irrealidad del devenir. El nihilismo se convierte ahora en expresa incredulidad, en algo así como un mundo erigido «por encima» de lo sensible y lo que deviene (de lo «físico), es decir en un mundo metafísico. Esta incredulidad en la metafísica se prohíbe cualquier tipo de salida furtiva hacia un mundo que esté por detrás o por encima. De este modo, el nihilismo entra en nuevo estadio. No se detiene simplemente en el sentimiento de la carencia de valor de este mundo del devenir y en el sentimiento de su irrealidad. Si el mundo verdadero y suprasensible ha caído, el mundo del devenir se muestra, inversamente, como la «única realidad», es decir como el auténtico y exclusivo mundo «verdadero». Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Surge así un peculiar estadio intermedio: 1) El mundo del devenir, es decir la vida vivida aquí y ahora junto con sus cambiantes ámbitos, no puede ser negada como real. 2) Este mismo mundo, el único real, en principio carece, sin embargo, de meta y de valor, por lo que así no se lo puede soportar. Reina no sólo el sentimiento de carencia de valor de lo real sino una carencia de orientación dentro de lo único real; falta comprender la razón de esa situación y la posibilidad de superarla. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Con el comentario que se ha hecho hasta ahora del párrafo A debería ya resultar claro que Nietzsche no acumula aquí indiscriminadamente «tres formas» del nihilismo. Tampoco quiere simplemente describir tres modos en los que se han puesto los valores supremos válidos hasta el momento. Reconocemos con facilidad que las tres formas citadas del nihilismo mantienen entre sí una relación interna y constituyen, en su conjunto, un peculiar movimiento, es decir una historia. Es cierto que Nietzsche no nombra aquí en ningún sitio formas historiográficamente conocidas y comprobables de la posición de valores supremos, que no nombra en ningún momento las conexiones históricas, aptas de una exposición historiográfica, de esas postulaciones que podemos designar como posiciones metafísicas fundamentales. Y sin embargo está pensando en ellas. Quiere mostrar cómo, sobre la base de la conexión interna de estas Posiciones de valores supremos, el nihilismo no sólo surge sino que además se convierte en una historia de un tipo único que se encamina hacia un preciso estado histórico. Nietzsche resume así la exposición de las tres «formas» del nihilismo: ¿Qué ha ocurrido en el fondo? Al comprenderse que no es lícito interpretar el carácter total de la existencia ni con el concepto de "fin", ni con el concepto de "unidad", ni con el concepto de "verdad", se ha llegado al sentimiento de carencia de valor. Con ello no se ha llegado a nada, no se ha alcanzado nada; en la multiplicidad del suceder falta la unidad que la abarque: el carácter de la existencia no es "verdadero", es falso..., simplemente no se tiene ya ninguna razón para insistir en un mundo verdadero...» Heideggeriana: NiilismoEuropeu

El pensar es interpretado aquí de manera puramente «económica», en el sentido de la «economía maquinal». Lo que pensamos, en cuanto pensado, sólo es «verdadero» en la medida en que sirve a la conservación de la voluntad de poder. Pero también cómo pensamos acerca del pensar se mide únicamente de acuerdo con ello. Partiendo de esta concepción del pensar, Nietzsche llega necesariamente a la afirmación de que Descartes se engaña al creer que la visión de la transparencia de su proposición le asegura a ésta la certeza. La proposición ego cogito, ergo sum es, según Nietzsche, sólo una «hipótesis» que ha sido aceptada por Descartes porque le proporcionaba «en grado sumo el sentimiento de poder y seguridad» (La voluntad de poder, n. 533; 1887). Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Sin embargo, nos haríamos demasiado fácil la confrontación con la posición metafísica fundamental de Nietzsche y dejaríamos todo a medias si siguiéramos esa disolución de ser y verdad sólo en el respecto mencionado. Los enredos de los que Nietzsche ya no logra salir se ven cubiertos en un primer momento por el sentimiento básico de que todo está sostenido por la voluntad de poder y es por ella necesario y está por lo tanto justificado. Esto se expresa en que Nietzsche puede decir al mismo tiempo: la «verdad» es apariencia y error, pero, en cuanto error es sin embargo un «valor». El pensar en términos de valores oculta el derrumbe de la esencia de ser y verdad. El pensamiento de los valores es él mismo una «función» de la voluntad de poder. Cuando Nietzsche dice: el concepto de «yo» y por lo tanto el de «sujeto» son un invento de la «lógica», tendría que rechazar la subjetividad como «ilusión», por lo menos allí donde se la reivindica como realidad fundamental de la metafísica. Heideggeriana: NiilismoEuropeu

Scheler [El formalismo en la ética y la ética material de los valores. Jh. f. Philosophie und phänom. Forchung 2 (1916), p. 266] está tan lejos de entender el planteamiento básico de la idea de persona de Kant, que sólo considera el sentimiento de respeto [al que Kant apela] como una "singular excepción", sin querer ver que su propia idea de persona (la de Scheler), no sólo se distingue de la idea kantiana en que es más dogmática y permite en mayor grado aún una confusión de los límites entre filosofía y teología, es decir, en que echa a perder la teología y daña a la filosofía y a las posibilidades de hacer preguntas críticamente planteadas, que caracterizan a la filosofía. Heideggeriana: GA63

El programa más consecuente, en lo que sería su ejecución más comprensiva, lo señala Spengler: "Me ronda por la cabeza una forma (específicamente occidental) de investigación histórica en el más alto sentido del término, que todavía no ha nacido y que tuvo que ser extraña al alma antigua y a toda otra clase de alma. Una fisiognómica comprensiva de la existencia en su totalidad, una morfología del devenir de toda humanidad, que por ese su camino se adentre hasta las ideas supremas y últimas; la tarea de penetrar el sentimiento cósmico, no solamente de la propia alma, sino también de todas aquellas almas en las que hasta ahora se incubaron y aparecieron grandes posibilidades y cuya encarnación (de esas posibilidades) en el ámbito de lo real son las distintas culturas particulares. Ese aspecto filosófico en el que la que la matemática analítica, la música contrapuntística y la pintura perspectivista nos dan la razón, y en el que ellas nos han educado, presupone (cosa que va mucho más allá del talento de una mente sistemática...) el ojo de un artista, y, por cierto, de un artista que sienta disolverse el mundo sensible y palpable en torno a sí en una profunda infinitud de misteriosas y arcanas relaciones. Así era como sentía Dante, así era como sentía Goethe." Heideggeriana: GA63

La confianza en la interpretación habitual de la cosa sólo está fundada aparentemente. Además, este concepto de cosa (la cosa como portadora de sus características) no vale sólo para la mera cosa propiamente dicha, sino para cualquier ente. Por eso, con su ayuda nunca se podrá delimitar a lo ente que es cosa frente a lo ente que no es cosa. Sin embargo, antes de cualquier consideración, el simple hecho de permanecer alerta en el ámbito de las cosas ya nos dice que este concepto de cosa no acierta con el carácter de cosa de las cosas, es decir, con el hecho de que éstas se generan espontáneamente y reposan en sí mismas. A veces, seguimos teniendo el sentimiento de que hace mucho que se ha violentado ese carácter de cosa de las cosas y que el pensar tiene algo que ver con esta violencia, motivo por el que renegamos del pensar en lugar de esforzarnos porque sea más pensante. Pero ¿qué valor puede tener un sentimiento, por seguro que sea, a la hora de determinar la esencia de la cosa, cuando el único que tiene derecho a la palabra es el pensar? Pero, con todo, tal vez lo que en éste y otros casos parecidos llamamos sentimiento o estado de ánimo sea más razonable, esto es, más receptivo y sensible, por el hecho de estar más abierto al ser que cualquier tipo de razón, ya que ésta se ha convertido mientras tanto en ratio y por lo tanto ha sido malinterpretada como racional. Así las cosas, la mirada de reojo hacia lo ir-racional, en tanto que engendro de lo racional impensado, ha prestado curiosos servicios. Es cierto que el concepto habitual de cosa sirve en todo momento para cada cosa, pero a pesar de todo no es capaz de captar la cosa en su esencia, sino que por el contrario la atropella. Heideggeriana: OOA1935

NietzscheQué quiere decir «voluntad» puede experimentarlo en sí mismo cualquiera en cualquier momento: querer es un aspirar a algo. Qué significa «poder» lo sabe cualquiera por la experiencia cotidiana: el ejercicio de la fuerza [Gewalt]. Qué quiere decir, entonces, «voluntad de poder» en su conjunto es tan claro que uno se resiste a dar un, explicación especial de este conjunto de palabras. «Voluntad de poder» es, inequívocamente, un tender a la posibilidad de ejercer la fuerza, un tender a la posesión de poder. La «voluntad de Poder, expresa, además «un sentimiento de carencia». La voluntad «de» no es aún el poder mismo, pues no es aún propiamente tener el poder. El anhelar algo que aún no es se considera un signo de romanticismo. Pero esta voluntad de poder, en cuanto pulsión de tomar el poder es, al mismo tiempo, el puro afán de violencia. Este tipo de interpretaciones de la «voluntad de poder», en las que se encontrarían romanticismo y maldad, deforman el sentido de la expresión fundamental de la metafísica de Nietzsche; en efecto, cuando éste dice «voluntad de poder», piensa algo diferente. Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

¿Cómo debemos entender la «voluntad de poder» en el sentido de Nietzsche? Se toma a la voluntad como una facultad anímica que la consideración psicológica delimita desde hace ya tiempo frente al entendimiento y al sentimiento. De hecho, también Nietzsche concibe a la voluntad de poder de modo psicológico. No define, sin embargo, la esencia de la voluntad de acuerdo con una psicología usual sino que, a la inversa, postula la esencia y la tarea de la psicología en conformidad con la esencia de la voluntad de poder. Nietzsche exige que la psicología sea «morfología y doctrina del desarrollo de la voluntad de poder» (Más allá del bien y del mal, n. 23). Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

De la simplicidad que le es propia a la voluntad de poder proviene la univocidad, el pulido y la firmeza de todas sus improntas y sus tipos. Sólo de ella surge y sólo a ella le corresponde lo típico. Pero el modo en que la transvaloración nihilista clásica de todos los valores anticipa, diseña y lleva a efecto las condiciones del dominio incondicional de la tierra es el «gran estilo». Éste determina el «gusto clásico», del que «forma parte una porción de frialdad, de lucidez, de dureza: lógica sobre todo, felicidad en la espiritualidad, "tres unidades", concentración, odio al sentimiento, la sensibilidad, el esprít, odio a lo múltiple, a lo inseguro, a lo vago, al presentimiento, así como a lo breve, agudo, bonito, benévolo. No se debe jugar con fórmulas artísticas: se debe cambiar la vida para que después tenga que formularse» (La voluntad de poder, n. 849). Heideggeriana: MetafisicaNietzsche

»Pero para el saber la meta es algo fijado de manera tan necesaria como la serie de la progresión; está allí donde el saber ya no necesita salir más allá de si mismo, allí donde se encuentra así mismo, donde el concepto corresponde al objeto y el objeto al concepto. Por eso la progresión hacia esta meta también es irrefrenable y no puede hallar satisfacción en ninguna estación preliminar. Lo que se encuentra limitado a una vida natural no es capaz de salir por sí mismo por encima de su existencia inmediata, pero es empujado más allá de ella por otro y este ser arrojado fuera de sí equivale a su muerte. Ahora bien la conciencia es para sí misma su concepto esto es de modo inmediato ese salir más allá de lo limitado y, en la medida en que eso limitado le pertenece, es un sobrepasarse a sí mismo. Con lo singular, también se sitúa el más allá en la conciencia, aunque sólo sea, como en la intuición espacial, junto a lo limitado. Así pues, la conciencia sufre esa violencia de arruinarse a sí misma esa satisfacción limitada. Es posible que ante el sentimiento de esa violencia, el temor retroceda ante la verdad y tienda a conservar aquello amenazado de pérdida. Pero el temor no puede hallar el reposo si quiere permanecer en una inercia carente de pensamientos, el pensamiento perturba esa falta de pensamientos y su intranquilidad altera la inercia; si quiere reafirmarse como un sentimentalismo que afirma que encuentra bueno todo lo de su especie, esta seguridad sufre la misma violencia por parte de la razón, quien precisamente en la medida en que algo es una especie ya no lo encuentra bueno. O también, puede ocurrir que el temor a la verdad se oculte ante sí mismo y ante los demás tras la apariencia de que precisamente es el ardoroso celo por la propia verdad el que hace difícil, por no decir imposible, encontrar una verdad que no sea la vanidad de tener siempre más razón que cualesquiera pensamientos provenientes de uno mismo o de otros. Esta vanidad que pugna por arruinar toda verdad para volver a refugiarse en sí misma y se deleita, con su propio entendimiento, que sólo sabe disolver todo pensamiento y en lugar de encontrar algún contenido sólo sabe encontrar el Yo escueto, es una satisfacción que debemos abandonar a sí misma, pues huye de lo universal y sólo busca el ser para sí. Heideggeriana: HegelExperiencia

Puesto que con la primera proposición sobre la conciencia se ha tornado visible la verdad de la misma, Hegel ya puede explicar ahora la conciencia natural desde la perspectiva de que es el saber no real. También llama a la conciencia natural la no-verdadera, pero esto no significa que la conciencia natural sólo sea el depósito de lo falso, engañoso y erróneo. Significa más bien que la conciencia natural es en cada caso la que todavía no es verdadera y se ve poseída y dominada por la violencia que la arrastra a su verdad. La conciencia natural siente esta violencia y cae en el temor por su propia subsistencia. Hegel, cuyo racionalismo nunca podrá ser suficientemente alabado ni desdeñado, habla en ese pasaje decisivo en el que nombra la relación del saber natural con el ser de lo ente, del «sentimiento de violencia». Este sentir la violencia de la voluntad, bajo cuya forma lo absoluto es, caracteriza el modo en que la conciencia natural «sólo es concepto del saber». Pero sería absurdo pensar que Hegel opina que el temor natural que hace retroceder a la conciencia ante el ser de lo ente, en tanto que esa relación natural con el ser, es también la manera en la que, o el órgano por el que la filosofía piensa el ser de lo ente, como si allí donde el pensar se ve obligado a remitir al sentimiento, la filosofía se viera entregada al puro sentimiento en un juego de manos en lugar de verse fundamentada sobre la ciencia. Esta opinión superficial, que hoy como ayer sigue haciendo escuela, forma parte por sí misma de la vanidad del entendimiento, que se recrea en la inercia de su falta de pensamiento y disuelve todo en ella. Al final del mismo párrafo, que con su primera frase sobre la conciencia se adentra en la visión de la verdad del saber, la no-verdad del mismo se manifiesta bajo la figura del «Yo escueto», que encuentra su única satisfacción en su limitación a eso ente que sale a su encuentro. Heideggeriana: HegelExperiencia

De acuerdo con esto, el título «voluntad de poder» presupone dos estados de cosas diferentes que se han encontrado en mutua relación a posteriori: el querer, por un lado, y el poder, por otro. Si, finalmente, con la intención de no limitarnos a describir, sino también de explicar, preguntamos cuál es el fundamento de la voluntad de poder, tendremos que, en su calidad de aspiración hacia eso que todavía no está en su poder, ésta surge evidentemente de un sentimiento de carencia. Aspiración, ejercicio del dominio, sentimiento de carencia, son maneras de representación y estados (facultades del alma) que captamos con el conocimiento psicológico. Por eso, la explicación de la esencia de la voluntad de poder forma parte de la psicología. Heideggeriana: NietzscheDeus

Los medios esenciales son las condiciones de sí misma que dispone la propia voluntad de poder. Nietzsche llama a dichas condiciones, valores. Dice así(XII, afor. 395 del año 1884): «En toda voluntad hay una estimación». Estimar significa establecer y fijar el valor. La voluntad de poder estima en la medida en que establece la condición de aumento y fija la condición de conservación. Según su esencia, la voluntad de poder es la voluntad que dispone valores. Los valores son las condiciones de conservación y aumento dentro del ser de lo ente. La voluntad de poder es ella misma, en la medida en que aparece expresamente en su pura esencia, el fundamento y el ámbito de la instauración de valores. La voluntad de poder no tiene su fundamento en un sentimiento de carencia, sino que es ella misma el fundamento de la vida más rica posible. Aquí, vida significa voluntad de voluntad. «‘Vivo’: esto ya significa ‘estimar’» (loc. cit.). Heideggeriana: NietzscheDeus

Si, con la amplitud de miras necesaria, nos atenemos primero al significado de la palabra, podemos sacar de este modo una seña. Rache (venganza), räche, wreken, urgere significa: golpear, empujar, hacer avanzar delante de uno, perseguir, ir a la caza. ¿En qué sentido la venganza es un ir a la caza? Ella no busca meramente dar caza a algo, cogerlo, apropiárselo. Tampoco busca simplemente abatir aquello a la caza de lo cual va. Este ir a la caza para vengarse se opone de antemano a aquello en lo que se venga. Se opone a ello de este modo: rebajándolo, con el fin de, frente a lo que ha rebajado, ponerse a sí mismo en una posición de superioridad y, de este modo, reconstruir su propia validez, que es tenida como lo único que cuenta. Porque la sed de venganza es excitada por el sentimiento de ser vencido y perjudicado. Por los años en los que Nietzsche creaba su obra Así hablaba Zaratustra, escribió esta observación: «Recomiendo a todos los mártires que reflexionen si no fue la sed de venganza lo que los empujó a lo extremo». (XII, p. 298). Heideggeriana: NietzscheZaratustra

Estas cuatro caracterizaciones del lenguaje, que consideradas en sí mismas resultan todavía ambiguas, las asentó después Wilhelm v. Humboldt sobre una base más sólida, definiendo así de forma mucho más comprensiva de qué se trata en el lenguaje. Baste aducir una única cita de sus consideraciones sobre el lenguaje: "Cuando en el alma despierta verdaderamente el sentimiento de que el lenguaje no es solamente un medio de intercambio para el entendimiento mutuo, sino que es un verdadero mundo, que el espíritu, mediante el trabajo interior de su fuerza, no tiene más remedio que poner entre sí y los objetos, entonces es cuando el alma está en el verdadero camino de descubrir cada vez más en él (en el lenguaje como mundo) y de poner cada vez más en él". Heideggeriana: LTLT

Cambiar, alterarse, es ausentarse: abwesen. Sólo la idea es presencia pura, presencia nunca ausente; presentar-se-en-permanencia. Esto es lo que sobreabunda: la presencia entrando en presencia, die anwesende Anwesenheit - esto es el ontos on. Sobre esto Nietzsche ha tenido el sentimiento más vivo, particularmente en el texto De cómo el mundo verdadero acabó convirtiéndose en fábula (Crepúsculo de los ídolos). Heideggeriana: SeminarioThor1969

Submitted on 24.02.2007 22:32
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